HONGOS - REINO FUNGI - MICOLOGÍA - POLERA

❤ Cuando la pequeña Ata corría por el bosque de Arrebol, su risa despertaba algo extraño en la tierra. A su paso, hongos de todos los tamaños y colores brotaban entre raíces y musgo. No eran hongos comunes, sino esporas de amor.

Ata, la primera hija del amor puro en el mundo, tenía un don. Al tocar a dos animales, sin importar su especie, hacía que se enamoraran. Un ciervo danzaba con un lobo, un cuervo se acurrucaba con un pez en la orilla del río, y un ratón se quedaba junto a una serpiente sin temor. Pero estos amores no surgían por arte de magia, sino por los hongos. Cuando los animales respiraban sus esporas, sus corazones aprendían a amar sin barreras.

Sin embargo, un día, Ata desapareció. La buscaron en los valles, en los ríos, en las montañas, pero nadie volvió a verla. Solo quedaron los hongos, creciendo en cada rincón del bosque. Desde entonces, cuando un animal encuentra un amor imposible, siempre hay un hongo cerca, como un recordatorio de que el amor no entiende de fronteras, ni de especies, ni de lógica. ❤

☀ Leyendas de Arrebol: Los hongos del corazon ☀